"Contar con una visión común no nos inmuniza contra todo tipo de conflictos. Pero sí que evita algunos, además de ser un interesante proceso que también ayuda a crear comunidad. Desarrollar una visión compartida es un ejercicio muy valioso para empezar a crear ese espacio de participación que define la comunidad y que se basa en la confianza y  la compasión." Del libro "Camino se hace al andar" Ulises

 

 

"Una visión no se compone de las frases que expresan la declaración de principios de la visión de un proyecto. La visión es la fuerza que se esconde bajo estas frases para dirigir nuestra intención hacia un objetivo superior común. En ocasiones las palabras de estas mismas frases podrían haber perdido su sentido de tanto usarlas. O podríamos haber olvidado su significado más profundo y habernos dejado caer en una interpretación rutinaria que ya no nos sirve de inspiración. Los únicos criterios significativos para juzgar una visión son las acciones que se derivan de ella y su capacidad para ayudarnos cuando nos enfrentamos a tiempos difíciles.

 

 

Necesitamos ofrecer espacio en nuestras comunidades para la reconexión continua con la fuente de la que emana nuestra declaración de la visión, con el fin de mantenerla reluciente. Y debemos tener en cuenta que la visión es siempre una respuesta al presente, una manifestación de lo que queremos crear, de cómo pretendemos conformar nuestra realidad y asumir la responsabilidad de un futuro cercano. La elaboración de una visión es un proceso continuo de enfocar la intención, que nunca se acaba."

 

 

Robin Alfred y Kosha Anja Joubert

La Comunidad consciente como siguiente paso evolutivo

 

El servidor otea al detalle las circunstancias, explora las posibilidades y trata de responder a las necesidades del momento. La nota será diferente en cada lugar, en cada tiempo. Quienes hollan el Sendero se habrán de cruzar en algún momento con los hermanos que se descalzan los zapatos, hornean su pan y saludan los primeros rayos de la aurora sobre sus tejados de barro. Quienes se entregaron a la Luz, habrán de citarse en algún lugar con quienes dejaron el asfalto y volvieron a la Tierra y allí se ensayan en fraterna utopía. 

 

Hemos de permanecer atentos a quienes sugieren con acierto los siguientes pasos de la obra colectiva. ¿Y si los manuales de teosofía, de sabiduría arcana necesitaran ser actualizados? Los acontecimientos se suceden demasiado rápido como para pensar que las últimas y decisivas revelaciones globales acontecieron a mediados del sigo pasado. No nos acercará Thich Nhat Han una clave fundamental del Plan cuando nos comparte que el “el próximo Buda tomará más bien la forma de una comunidad, una comunidad que practique la comprensión y la amabilidad amorosa, una comunidad que practique una forma de vivir consciente”. ¿Y si el Cielo hubiera decidido ya no enviar más  Mensajeros, y si habrían Arriba  concluido que ya habían destacados suficientes Emisarios, que ya estaba  vertido el Verbo de nuestra hora? ¿Y si aguardaran que fuéramos nosotros/as mismos/as, adoptando una  alma grupal consciente, quienes fuéramos los artífices de nuestra propia emancipación?

 

El Maestro Tibetano  no nos  dijo que debiéramos ir  en busca de la azada para cultivar nuestra propia  huerta o formar  cooperativas para productos integrales, o agruparnos en comunidades  sostenibles…, pero  tampoco la Tierra en 1949 había llegado a tal grado de degradación. Hemos de intuir el Guión. Cielo y Tierra se juntan en movimientos  cada vez más poderosos como el de las ecoaldeas. Creemos firmemente que el futuro se expresará en importante medida en una geografía de comunidades fraternas que vivirán en comunión con la Madre Tierra y sus Reinos mineral, vegetal y animal; en comunión con todo latido de Vida y su Origen; en comunión o red con otras comunidades afines. Ésta es nuestra profunda fe, éste es nuestro arraigado convencimiento. Esa inmensa red de comunidades sostenibles, crecientemente solidarias, reverentes, generosas…, que más pronto que tarde cubrirá la Tierra entera, sentimos que es parte del Guión de Arriba, de la Trama Superior, del Plan Divino al que nos debemos. El movimiento comunitario y de ecoaldaeas de alcance planetario avanza aquí y ahora siguientes etapas de un Propósito, que por supuesto nos desborda. 


Ese futuro no lo podemos ya delegar en terceros, en ese mañana que alborea hemos de implicarnos nosotros mismos. ¿O es que son otros los que han de vestir el buzo y mancharse las manos? No aspiramos a ser intelectuales de terraza, sino obreros de la nueva tierra que ya emerge. Manos también en la masa, no siempre sobre el teclado. No queremos redactar manuales nueva era, sino empujar humildemente con otros corazones y voluntades nuestra cuota de historia. No deseamos elucubrar en páginas en blanco sobre lo que podríamos hacer o dejar de hacer, sino escribir juntos y juntas, en los difíciles pero apasionantes renglones de la cotidiana realidad, el siguiente y emancipador capítulo de nuestro futuro colectivo.

 

"La comunidad conecta al individuo con un plano superior e intensifica su sentido de la totalidad. Una comunidad sana refleja un orden universal, con el que podemos conectar más fácilmente. Gracias a esta conexión, una comunidad que funciona consigue un alto poder creativo"

Dieter Duhm. Comunidad de Tamera.

Gráfico extraído del libro "Educación para el diseño de ecoaldaeas" de Gaia-education
Gráfico extraído del libro "Educación para el diseño de ecoaldaeas" de Gaia-education

 

"Una visión común bien elaborada describe el futuro compartido que queremos crear, recoge los valores fundamentales del grupo, expresa una idea con la que todos nos identificamos, ayuda a unificar nuestros esfuerzos, sirve de punto de referencia al que volver en caso de confusión o desacuerdo, mantiene la inspiración del grupo y nos recuerda nuestro compromiso con el proyecto." Del libro "Creating life together" Diana L. Christian. (Cita también  facilitada por Ulises)

 

Visión común 

 

Con la ayuda del Cielo gestamos una comunidad que se pretende fraterna, abierta, solidaria. Deseamos un día poder testimoniar en la Tierra algo del modelo de una vida superior de orden, belleza, armonía y amor. El esbozo de la visión compartida es la primera tarea que atendemos en nuestro proceso comunitario. No hay por ningún punto  final en la redacción de este borrador. 

 

La conformación de un grupo fuertemente cohesionado y armonioso es inherente al proyecto comunitario. Una semilla esmerada en generosidad y pureza de intenciones logra hacer florecer el sueño de la fraternidad. Consideramos que a la larga es un conjunto de hombres y mujeres, persuadidos de ideales superiores, dispuestos/as en un momento determinado a olvidarse de sí mismos, en aras de una causa común, lo que hace verdaderamente  prosperar la idea comunitaria. 

 

 

Principios generales

 

La comunidad persigue el cuidado de la Tierra y sus Reinos, el cuidado de nuestras propias relaciones. La humanidad entera está presente en el ámbito de nuestro cuidados. Todo ello constituyen geografías  sagradas que respetamos y amamos. El agradecimiento al Origen de todo lo que es y nos es  dado es el pensamiento que nos asalta al despertarnos cada mañana. 

 

Creemos en los principios eternos de fraternidad humana y filiación divina. Sentimos  la invitación interior de comenzar a manifestar en el mundo  modelos de convivencia reinantes en dimensiones de evolución más avanzadas. Deseamos comenzar, en alguna humilde medida, a encarnar esos arquetipos. Quiera el Cielo que podamos testimoniar entre nuestras paredes  y  campos algo de la utopía, algo del "otro mundo posible" que tanto anhelamos.

 

La fraternidad no es un sueño místico. En nuestros días estamos más cerca de alcanzarla. Ello es lo que nos anima a ensayar  esos modelos de convivencia basados en el cooperar  y compartir. Deseamos honrar el legado de las más significativas fraternidades espirituales que brillaron con luz propia a lo largo de la historia de la humanidad. Consideramos de forma especial el legado de las comunidades kobdas, esenias y catharas en el pasado. Ya en nuestros días, representan, desde su gran diversidad,  referentes ejemplares  las comunidades del Arca (Lanza de Vasto), de la Fraternidad Blanca Universal (Maestro Aïvanhov), Tamera, Figueira (Triguerinho),Taizé y Frindhorm. Admiramos especialmente el ejemplo de comunidad de Plum Vilage del Maestro Tch Nhat Hanh. Tomamos igualmente muy buena nota de todo el bagaje vital y práctico que está adquiriendo el movimiento mundial  de ecoaldeas (Global Ecovillage Network. GEN).

 

Creemos en la fraternidad que comparte trabajo, vida espiritual, proyectos  e ideales. Creemos en la fraternidad que ríe, canta y danza y así da gracias a Dios y así da testimonio del gozo de vida en unión. 

 

La humanidad no avanza a la deriva. Hay un Plan superior de amor. Hay una Comunión espiritual avanzada que custodia ese Plan. Nuestros esfuerzos se encaminan a servir a ese Propósito. Deseamos seguir a esos Grandes Seres, que desde tiempos inmemoriales nos acompañan, tutelan y animan  a alcanzar nuestra realización como raza humana. Los Maestros de Amor y Sabiduría, los Hermanos Mayores  que siempre han sido, velan para que vayamos conquistando crecientes niveles de unidad y fraternidad humanas. Pretendemos ser contribución a ese sagrado afán.

 

Creemos que la paulatina implementación de comunidades alternativas y espirituales fuertemente intercomunicadas y unidas entre sí, forma parte de el Plan Superior  para  nuestra Tierra. Estas comunidades estarían llamadas a establecer relaciones de cooperación y de compartir a todos los niveles. El viejo modelo social no cederá, sino ante el paulatino emerger de las comunidades que sean fiel reflejo de la vida superior de amor, justicia y hermandad. 

 

Vida espiritual 

 

Creemos en el principio superior de unidad en la diversidad. Nuestra seña de identidad está marcada por el principio de síntesis. La comunidad abriga una vida espiritual propia, pero se enriquece con las aportaciones de otras comunidades y movimientos espirituales inspirados superioramente y que abriguen genuinos valores y conocimientos. 

 

Cuando la comunidad establece una vida, un centro, un orden, un ritmo, un compromiso espiritual..., logra entonces  irradiar esos valores en medio del mundo. Pretendemos compartir diariamente un breve espacio de recogimiento matutino de carácter espontáneo, universal y no adscrito a ningún  credo particular. Deseamos  establecer puntuales pautas de silencio, así como realizar las comidas también en silencio, por lo menos en sus veinte primeros minutos.

 

Principios de la vida comunitaria

 

La comunidad tiene una vocación de entrega a la comunidad más amplia de la sociedad. Sus actividades están dirigidas a proporcionar un servicio al conjunto de los ciudadanos seducidos por la vida espiritual y comunitaria. La comunidad nace por lo tanto  con el ánimo de testimoniar acogida. Deseamos que sea sostenible económicamente. La comunidad necesita recursos económicos para su próspero desarrollo, pero no está enfocada sólo a la obtención de estos recursos. Las actividades a desarrollar de cara al exterior serán asequibles a los variados bolsillos.

 

La comunidad establece una economía en común para poder afrontar los gastos de mantenimiento y suministro. Está economía es gestionada entre cuantos participan de la vida comunitaria. 

 

La comunidad es vegetariana. No compra, ni mata a nuestros hermanos los animales para la alimentación.

 

Nuestra comunidad hace una opción preferencial por los productos obtenidos mediante agricultura ecológica y adquiridos en establecimientos de comercio justo.

 

La comunidad es solidaria en un mundo donde millones de personas  sufren situaciones extremas y pasan hambre. Una vez alcanzada la debida estabilidad económica, la solidaridad, tanto en el ámbito nacional como internacional, será una de sus divisas prioritarias.

 

Nuestra comunidad optará por la paulatina implementación de energías limpias y no contaminantes.

 

Creemos igualmente en los principios superiores de fidelidad y compromiso, en la pareja y en la familia. La comunidad está estructurada en base a  parejas, familias y hombres y mujeres individuales. Creemos en la familia como primer marco sagrado de convivencia. Ésta no sé cierra  en su círculo, sino que su fortaleza sirve para asentar la instancia comunitaria más amplia. 

 

Creemos en la accesis espiritual del esfuerzo diario, llevada adelante con ritmo y constancia, pero a la vez inserta en un marco grupal de alegría y regocijo. No creemos en los atajos. Estamos persuadidos de que para el establecimiento de la unión con las esferas superiores, no es preciso, ni recomendable el consumo de alcohol, ni de ningún tipo de drogas. 

 

Creemos en el yoga  de la vida cotidiana. En el grupo podemos encontrar la fuerza transformadora; en la convivencia y el roce diario la posibilidad de pulir nuestra personalidad Entendemos que la  apuesta de crecimiento personal encuentra un buen gimnasio en el marco comunitario. Vemos en la vida en común el marco a propósito que permite la manifestación de nuestra verdadera naturaleza, tanto en  sus virtudes como en sus carencias.

 

El Cielo derrame su Luz, Amor y Voluntad para encarnar estos propósitos. Podamos, con la ayuda superior, llevar a buen término este anhelo. ¡Así sea! 

 

Aspectos prácticos

 

Proyección de la comunidad

 

Gracias a las amplias instalaciones que gozaremos, la comunidad desea proyectarse principalmente como un lugar de acogida. Deseamos posibilitar un lugar de retiro y de vida comunitaria a quienes lo deseen y vibren en esta sintonía.

 

Además de las estancias particulares, la comunidad establecerá una calendario anual de convivencias, retiros y encuentros en los cuales poder compartir igualmente la vida espiritual y comunitaria. Ofreceremos igualmente las instalaciones  a terceros para el desarrollo de actividades y encuentros con cuyo contenido sintonicemos. Procuraremos que la actividad en cuestión esté en compatibilidad con el modelo de  vida e ideales que propone la comunidad. Esta cesión puede ayudarnos en la economía.

 

La comunidad dará continuidad a toda la actividad de agricultura ecológica que ya iniciaron los anteriores moradores. Los terrenos en bancales ya están  preparados.

 

Adquisición de la finca.

 

No hemos buscado un perfil de socios, sino de  compañeros y compañeras  que aspiran a una fraterna convivencia. Hemos buscado hermanos que comulgan con el ideario aquí recogido de vida espiritual, vida alternativa, acogida y funcionamiento en círculo. 

 

En la finca de San Vicente de Piedrahita habrá un lugar para quienes anhelen ese tipo de vida fraterna. El círculo de hermandad se abre a quienes se acercan con entrega genuina y sincera. La cuestión de la aportación económica, aún siendo importante a la hora de dar la bienvenida a nuevos compañeros, no es el aspecto determinante.

"El día en que los humanos empiecen a ponerse como objetivo la colectividad, o más bien la Fraternidad, vibrarán en armonía con todo el universo y, gracias a esta armonía, recibirán las mejores corrientes del cosmos y restablecerán el canal para que las energías celestiales puedan venir a visitarles y circular a través de ellos. Es la vida pura y exclusivamente personal la que bloquea todo, la que impide todo. Un día, todo el mundo lo sabrá, y hasta los niños nacerán ya con este saber: que no hay nada peor que la vida puramente personal que no está en armonía con la vida colectiva, cósmica, divina."

 

Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov 

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Todas las fotos que aparecen en la página, exceptuando las propias de la  finca y el entorno, corresponden a encuentros, campamentos, convivencias, foros... que hemos organizado.